Innovadora paraguaya crea software para evaluar y tratar problemas oculares.
A diferencia de la mayoría de los humanos, Gabriela Galilea no ve en tres dimensiones. Es por culpa de su estrabismo, lo que la hace incapaz de distinguir la profundidad de las cosas. Entre un 2% y un 4% de la población infantil tiene el mismo problema, según cifran los estudios oftalmológicos. Vivir en primera persona las dificultades asociadas a someterse a un tratamiento le sirvió a la joven paraguaya como impulso para crear Mr. Patch, ahora rebautizado Okimo. Se trata de un software para evaluar los movimientos oculares, que ayuda al diagnóstico y tratamiento de alteraciones que dificultan tareas como la lectura.
La idea es que tanto el diagnóstico como el tratamiento pueda ser acercado a los lugares de residencia de los niños, y no al revés, lo que genera costes y molestias debido a los largos desplazamientos hasta los centros especializados, particularmente en zonas rurales. Gracias a su avance, Galilea se ha convertido en una de los ganadores de Innovadores menores de 35 Paraguay y Bolivia 2016 de MIT Technology Review en español.
"La forma de diagnosticar problema de movilidad ocular es todavía manual, y se basa en la observación subjetiva del doctor", explica Galilea. "Un dispositivo para el seguimiento de los ojos permite cuantificar los movimientos, su velocidad, amplitud, y ver dónde hay un problema", detalla. Además, el tiempo necesario para llegar a un diagnóstico se reduce considerablemente y permite monitorizar continuamente el progreso del tratamiento.
Hasta la fecha, el problema es el elevado precio de estos aparatos. Pero a medida que las empresas de marketing y desarrollo de software han empezado a utilizar el rastreo ocular, los costes de los sensores se han ido reduciendo. Pero aún así era necesario desarrollar un software capaz de detectar los parámetros adecuados e interpretarlos en un contexto diagnóstico de problemas de visión.
Y eso es precisamente lo que ha desarrollado Galilea. Su algoritmo recoge los datos relevantes y los analiza, de modo que el especialista tiene en todo momento la capacidad de medir el progreso del tratamiento. Pero la joven paraguaya quiere ir más allá y trabaja en la implementación de soluciones de telemedicina para poder eliminar las barreras de acceso impuestas por la necesidad de desplazamiento.
Para ello Galilea está cerrando acuerdos con instituciones de diferentes países para incluir el uso de Okimo en programas de diagnóstico en escuelas de los problemas relacionados con el movimiento ocular. "Cada colegio dispondrá del hardware necesario para el diagnóstico de sus alumnos y el tratamiento remoto de aquellos que lo necesiten", explica.
Para el director del Centro de Visión y Robótica de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Ecuador), Daniel Ochoa, miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Paraguay y Bolivia 2016, el proyecto de Galilea tiene "un objetivo claro y bien definido con un potencial de generar un alto impacto".